miércoles, junio 28, 2006

No, mi gato no, NOOOOOO

Hoy amaneci en japon, ayer comi.
En la tarde, caminando hacia mi casa (esto es en serio) vi a un gato tirado, lo habian atropellado, lo mas tragico es que ese gato era muuy parecido a mi gato (yo creo que era su hijo), me saque mucho de onda, mi gato es medio vagabundo asi que habia algo de probabilidad en que fuera el... Tuve miedo, asi que lo mire de cerca e inspeccione cada parte de su cuerpo para comprobar si era el...
Cosas parecidas: El color, eran identicos en cuanto el color, lineas iguales, blablablabla; La cara era de la misma forma, una cara redonda.
No se parecia: Mi gato tiene cola bebe y delgada, el gato atropellado tenia cola un poco mas larga y un poco mas ancha; Mi gato es gordo, el gato atropellado no era gordo y estaba mas bebe.
Conclusion: No era mi gato...
Pero todavia habia probabilidad...
Tenia que llegar a casa...
Llegue...
Ahi estaba, pidiendome mas comida y contandome su dia (hoy otra vez se durmio debajo de los coches), yo, por supuesto, lo acaricie mucho.
Adoro a mi gato, en serio seria horrible si se muere.
Un pequeño susto para la mujer robot.


Ese es mi gato... apoco no es hermoso?... y sigue vivo!!!

Aclaracion: Las manos que salen acariciando a mi gato no son mias. Manos de mi hermano prestadas para la foto.

Kat esta sonriendo... Yo tambien...

3 Comments:

At 4:07 p.m., Anonymous Anónimo said...

Mmmh, mmh, que rica está esta sardina, mmmh, mmmh, tu gato estaría lambiéndose de la emoción, a propósito que tal el gato que nos encontramos, yo dije ahora si el chilladero va a empezar y no se diga cuando se entere tu hermano!!!!!!, el gato esta MUERTOOOOOOOO, gulp, afortunadamente no era,pero la Mujer robot entró como loca gritando Kat, Kat, y por ahí apareció el gato flojo y gordo como diciendo que quieres, no interrumpas mi flojera, y dame de comer esas ODIOSAS KROQUETAS de color naranja...., bueno aqui le corto, y ya vente a seguir comiendo esta deliciosa sardina, y echate tu chinguerel que tanto te gustaaaaaaaaaaaaaaa.

 
At 2:37 a.m., Blogger Rafael said...

Una vez vi un gato moribundo... del mismo color, en una avenida grande (Enfrente de la clínica 23 del IMSS para ser más precisos) tenía el ojo salido y derramaba sangre.

El semáforo estaba en rojo y los autos esperaban para hacerlo pomada (ya que se encontraba en las rayitas que utilizamos cuando andamos de peatones) yo estaba a bordo de un autobús, lo ví y al darme cuenta de su futuro inminente, me bajé, lo cargué y me lo llevé para buscar un veterinario a ver si lo salvaba...

El gato murió en mis brazos unos cien metros después, hacia el vet, pero murió ronrroneando, él seguramente entendió que mi intención era buena, que lo quería ayudar, su muerte fué muy diferente a lo que le esperaba, tuvo una muerte más digna por lo menos.

Cuando lo deposité entre unas hojas de jardinero me dí cuenta que estaba lleno de sangre, que seguramente no me iban a dejar subir al camión, que si me veía un polecía no quedaría satisfecho de escuchar que era sangre de gato.... y no digamos el metro!!

Pedí a unos en una vulcanizadora que me dejaran lavar.... me miraron asustados y me dijeron que no, luego toqué a una casa, una viejita se asomó y tembló... no quiso saber más del asunto.

Vagaba ensangrentado por los camellones y algunos que alcanzaban a notar la sangre se alejaban, si iban en grupo cuchicheaban, entonces pensé... creo que me hace falta el gato, pero encontré una toma de agua y me lavé.

Ya sin el estigma, tomé otro camión, me subí, luego el metro, luego el otro camión, y llegué a casa... entonces una de mis hijas me preguntó... ¿Y esa sangre?

 
At 12:33 a.m., Blogger tazy said...

Yo hubiera sufrido igual... oh si si si...

 

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